1  TRUST. TRST
  Si el año pasado Austra revitalizaban el technopop con toques góticos con su estupendo debut "Feel it break", este año el listón lo ha superado este nuevo proyecto que (precisamente) se presentaba en sociedad como la banda paralela de Maya Postepski (batería de dicha agrupación, aquí encargada de dar vida a los teclados) aliada con Robert Alfons, quien ha resultado ser el principal pilar de la banda (la espantada en gran parte de su gira de la "chica austra" quizás acabe por convertirlo en un proyecto personal). El gran atractivo de este disco debut es la genial habilidad de Alfons para combinar luces y tinieblas, graves y agudos, con un trasfondo retro-electrónico que asegura su triunfo en las pistas de baile más bizarras. A diferencia del también dúo de Toronto Crystal castles (los verdaderos padres del coldwave con los que han llovido las comparaciones), canciones como "Dressed for space", "Sulk", "Bulbform", "The last dregs" o la sexualmente implícita "Glory holes" tienen un transfondo más pop, y a poco que te esfuerces conseguirán que te enamores de ellas y no dejen de "atormentarte" mientras no paras de bailar. Un disco, en definitiva, que guardaremos como oro los enamorados del technopop en general y al que por no faltarle no le faltan ni momentos más introspectivos (preciosas "Candy Walls" y "Heaven") que acaban por redondear hacía el sobresaliente holgado esta maravillosa y tétrica obra maestra.

2  CHROMATICS. Kill for love
  Su participación en la magistral banda sonora de "Drive" fue el aperitivo a la salida de este retrasadísimo sucesor de "Night drive"(2007) que compensó la espera con 17 temas (nada menos) en los que no sobran ni los instrumentales ("There’s a light out at the Horizon”, "The eleventh hour") ni las canciones que relevan a Ruth Radelet por un autotune (“Running from the Sun” y “These streets will never be the same” acaban teniendo su gracia). Pero sin duda es el resto del conjunto, maravillosas "Lady", "Candy", "At your door", "Birds of paradise" o "Into the black" (cover del "Hey Hey My My (Into the Black)" de Neil Young), el que convierte a esta mezcla de noctámbulas atmósferas con delicados loops en la obra cumbre hasta la fecha de la banda y del inimitable sello Italians do it better.

3  GRIMES. Visions
  La gran apuesta del sello 4AD ha sido el esperado tercer disco de Claire Boucher y su consagración como Grimes. Un trabajo en el que confluyen synth/pop y dream/pop con momentos adorablemente inclasificables ("Infinite love without fuilfilment"). Destacan las colaboraciones amigas (Majical cloudz en "Night music" y Doldrums en "Colour of Moonlight"), los dos grandes pelotazos del disco ("Genesis" y "Oblivion" son ya dos grandes clásicos), y sobre todo la dulce y aniñada voz de Claire que aporta al conjunto una personalidad única.

4  SAINT ETIENNE. Words & Music by Saint Etienne
  La escasa repercusión del enorme "Tales from turnpike House"(2005) provocó en la banda británica una frustrante reflexión demasiado larga para el desespero de sus fans, que finalmente se ha resuelto de la mejor manera posible: con una colección de canciones en las que Sarah Cracknell vuelve a brillar con su discreta elegancia devolviéndonos la pasión y la emoción por su música. Y es que este disco encierra un todo conceptual en torno a su forma de vivir la música, que a los que no podemos vivir sin ella nos resulta áltamente conmovedora e identificativa. "Tonight" o "I've got your music" son singles perfectos propios de una prometedora banda novel, y encajan a la perfección con otras cumbres maduras y nostálgicas del disco como la autobiográfica "Over the border" o "Answer song". Entre medio otras delicias como "Heading for the fair", "Last days of disco", "Popular" o "Dj" convierten a este disco en su nueva obra maestra.

5  LANA DEL REY. Born to die
  Elizabeth Woolridge Grant ha tenido que demostrar más que nadie a lo largo de 2012 su valía, porque ni siquiera un discazo como éste parecía darle la credibilidad que merece. Para nosotros no queda sitio para la duda. Cierto es que Lana del Rey es un amalgama de cosas ya vistas, pero el cuidado conjunto le convierte en la diosa mainstream que merece sin renunciar a cierto toque independiente (recordemos que no suena siquiera en las radiofórmulas y aún asi ha despachado más de 2 millones de copias). La colección de singles en potencia del disco es apabullante. Prácticamente la totalidad de sus cortes (y hasta los extras de la reedición), acompañados de los maravillosos vídeos a los que nos ha acostumbrado, se convierten en clásicos instantáneos. Le sobra el talento sólo propio de las estrellas.

6  FRANK OCEAN. Channel ORANGE
  El debut largo de Frank Ocean le ha transformado de joven promesa en hombre del año gracias a un puñado de canciones con una madurez apabullante que desde el underground, gracias a un equilibrio perfecto entre soul clásico ("Sweet Life" suena al mejor Stevie Wonder, "Lost" podría haber sido una producción de Quincy Jones para Michael Jackson, "Bad religion" es una conmovedora aproximación al gospel y "Thinking about you" la perfección r'n b por la que habría matado Baby Face) y las nuevas tendencias (brillante la producción de esa mastodóntica "Pyramids" que encierra dos grandes canciones, bien distintas, en una), le encumbran al estatus de genio del (ya no sólo soul, sino) pop.

7  BEACH HOUSE. Bloom
  Todos los que nos enamoramos con "Teen dream"(2010), o aquellos que no conocían todavía las virtudes musicales de Victoria Legrand (¡qué voz!) y Alex Scally, estamos de enhorabuena al comprobar que el dúo de dream pop de Baltimore siguen conservando intacta su magia en este cuarto disco. Sus detractores, en cambio, podrán achacarles que siguen haciendo lo de siempre, aunque habría que matizar que en esta ocasión hay una intención lograda de limpiar y enriquecer fórmulas ya dominadas con anterioridad. Mientras sigan firmando canciones tan deslumbrantes como "Myth", "Wild", "Other people" o "Lazuli" sus discos siempre serán enormes.

8  PET SHOP BOYS. Elysium
  Con su decimoprimer trabajo, llamado como el lugar celestial al que los mortales de la mitología griega dirigían sus pasos tras la muerte, Neil Tennant y Chris Lowe vuelven a dar en la diana, aunque de una manera menos directa que en sus anteriores pasos. Y es que esta vez, parecen haber renunciado a sus posibilidades (ya pocas) comerciales y firman un disco sosegado en el que (eso sí) no paran de autoreferenciarse pero con calma y atino. "Face like that" (vuelta a "Introspective") es el único llenapistas, y el resto del disco discurre sin grandes altibajos tocando diversos palos. "Leaving" es tan grande como la vida y desde ya una de sus mejores canciones, "Memory of the future" la perfecta balada technopop, "Invisible" sobresaliente minimalismo, "Give it a go" y "Requiem..." los momentos más frescos y "Ego music" el interesante tema "raro". Un disco con letras acordes a su edad y al conocimiento de la vida que ésta conlleva y, musicalmente hablando, el mejor que podían firmar tras casi 30 años en la cumbre.

9  HOT CHIP. In our heads
  Parece que Hot chip están destinados a no alcanzar el éxito masivo pese a haber estado rozándolo con la punta de los dedos ("Ready for the Floor" fue top 10 en UK y su contenedor, "Made in the Dark", relativo superventas). Sin embargo, deben sentirse orgullosos de haber superado el nivel de su anterior trabajo (el, por otro lado, más que digno "One life stand") y además consiguen en este quinto asalto que dejemos de echarles en cara que incluyan baladas en sus discos. Y es que todos estamos de acuerdo en que "Flutes", "Motion sickness", "The ends of the world"(con esos detalles tan "de Pet shop boys"), "How do you do" o "Night & day" son pelotazos en la línea de los que no tienen acostumbrados (o mejores). Pero esta vez los medios tiempos, "Let me be him" o "These chains" por ejemplo, son brutales.

10  DAUGHN GIBSON. All Hell
  Quizás la leyenda urbana de que Elvis sigue vivo tenga cierto sentido tras escuchar a este crooner fantasmagórico que suena como nos gustaría que lo hiciera el Rey del rock and roll en 2012. Porque en "All hell" conviven a la maravilla el clasicismo americano (Nick Cave, Johnny Cash o el propio Elvis Presley) con una producción más vanguardista propia de James Blake o Burial. Y el resultado es una magnética colección de piezas breves (encabezadas por la estupenda "In the beginning") que parecen del más allá y te conquistan lenta pero irremediablemente.

11  MIGUEL. Kaleidoscope Dream
  La era del r'n b como género monopolizador de las listas americanas ya pasó, y es el momento de revitalizar el género aportando nuevas herramientas que puedan adaptarlo a tiempos modernos. Este ha sido un gran año en ese sentido, y uno de los principales culpables ha sido este brillante segundo trabajo de este nuevo genio californiano en el que su poderosa voz no tiene prejuicios a la hora de servirse de guitarras y baterías más propias del pop o (incluso) rock para crear canciones enormes como "Adorn" (el "Sexual healing" del siglo 21, y sin desmerecer al clásico en elegancia), la emocionante "Arch & point", las (explícitamente) sensuales "Use me" y "Pussy is mine", o la brillante colaboración con (la venida a menos) Alicia Keys en "Where's the fun in forever". ¿Estamos ante el nuevo Prince? Todavía tiene mucho que demostrar, pero va bien encaminado.

12  PURITY RING. Shrines
  El debut de este joven dúo de Canada, que llevaba más de un año encadenando singles de éxito en la blogosfera indie creando gran expectación, centra su música en un minimalismo sintético y una voz sensual, la de Megan James, capaces de contentar a los amantes del dubstep y a los poperos más atrevidos. Comercialidad y vanguardia van de la mano en canciones como "Obedear", "Bellspeak" o "Fineshrine" tan irresistibles como compleajas, que hacen de este disco uno de los más sorprendentes y adictivos del año.

13  CRYSTAL CASTLES. (III)
  El inimitable dúo canadiense ya venía con un sonido más que asentado, tras sus dos magníficos predecesores, a la hora de enfrentarse a este nuevo trabajo en el que insisten en el atractivamente incómodo "terrorismo musical". Pero en esta ocasión la agresión es menos directa y más dolorosa, ya que sus mejores cortes son baladas (brutal "Affection") o medios tiempos cargados de esplosiva tensión ("Wrath of God", "Plague") que te dejan tiritando. Pero tranquilos, que tampoco echaréis de menos sus momentos llenapistas. "Violet youth", "Sad eyes" o "Telepath" serían perfectas en una fiesta para bailar esperando el Apocalipsis.

14  ÞÓRUNN ANTONIA. Star Crossed
  Estamos acostumbrados a asociar Islandia con un tipo de música vanguardista y compleja gracias a sus principales artistas exportados: Björk, Sígur Rós, Gus Gus o mùm. Pero también en la "tierra de hielo y fuego" existe hueco para la música más frívola y éste es un ejemplo de que también en el pop más desenfadado los islandeses tienen mucho que ofrecer. La artista de Reykjavik, que formó parte de la banda de electrónica independiente Fields, ha firmado un delicioso disco próximo al revival-italodisco-sueco ("Too late", "So high", "For your love", "Time difference" o "Don't dissapear" contentarán a los fans de Sally Shapiro y Cloetta Paris) pero con momentos más electro-gélidos ("Electrify my heartbeat" y "The last word" suenan a William Orbit), a cuyo sonido han contribuído Berndsen y Hermigervill.

15  GRIZZLY BEAR. Shealds
  Tras el aclamado "Veckatimest" el cuarteto de Brooklyn tenían la difícil papeleta de (por lo menos) no bajar el liston, pero tres años han sido suficientes para crear con este su cuarto disco una nueva obra maestra, no apta para consumo rápido pero exquisita para paladares exigentes que busquen un úsica de largo recorrido. No es este un trabajo con singles claros (en todo caso "Yet again") sino que es necesario disfrutarlo en su totalidad para acabar enganchado y seducido por sus indudables encantos. Pop-Rock con aroma independiente e inmortal.

16  HOW TO DRESS WELL. Total Loss
  Tom Krell da un paso de gigante con respecto a su debut "Love Remains"(2010), con el que se le incluyó en la etiqueta del entonces emergente (y a posteriori efímero) sonido witch-house. Este disco vuelve a ser un ejercicio de "R'n b marciano" pero con un acabado menos lo-fi que su predecesor y por tanto de digestión más sencilla y disfrutable. Inevitables son las comparaciones con los monstruos del género ("Running back" con Michael Jackson y la brutal (¡ese subidón!) "& it was you" con Prince) pero ante todo en este disco destacan las grandes canciones, y "When I was in trouble", "Cold nites" o "Set it right" (además de las citadas anteriormente) son estremecedoras.

17  FIONA APPLE. The Idler Wheel is wiser than the Driver of the Screw, and Whipping Cords will serve you more than Ropes will ever do
  Su primer trabajo en siete años nos devuelve a una artista auténtica y emocionante que se deja la piel y el alma en cada canción del disco (para el que ha contado con el multiinstrumentista Charley Drayton) que se mueven entro lo austero ("Daredevil", "Valentine", "Jonathan") y lo tribal (magífica "Hot knife"). Un disco tan complejo (como su título) y a la vez tan sencillo, que cuesta bastante describir pero muy poco disfrutar.

18  DIRTY PROJECTORS. Swing Lo Magellan
  Tras conquistar a la crítica en 2009 con "Bitte Orca", Dirty Projectors firman un disco en el que Dave Longstreth es el protagonista absoluto con unas espectaculares interpretaciones soul arropadas por los soportes vocales femeninos con inspiración tribal que ya son marca de la casa (en esta ocasión Amber Coffman y Haley Dekle, tras la espantada de Angel Deradoorian). Perfección pop bañada de música negra y un puñado de nuevos clásicos (el primer y maravilloso single "Gun has no trigger", "About to die" -tema central de un eP que lanzaron a final de año- o la chispeante "Dance for you") para engrosar su sobresaliente currículum.

19  PERFUME GENIUS. Put your back n 2 it
  Tras su sobrecogedor y prometedor debut "Learning"(2010), Mike Hadreas no decepciona y sigue escalando peldaños en nuestro ranking de artistas imprescindibles manteniendo intacta su intimista sencillez e invocando a la lágrima a través de una confesión de sus obsesiones hecha desde el corazón a través de conmovedoras canciones como la preciosa y brutal "Hood" (que servía para presentar el disco) o la casi celestial "Dark parts" (también elegida como single). Y puestos a "desnudarse", también lo hace en sus honestos videoclips en los que no duda en travestirse para explotar toda su emoción consiguiendo que le sintamos más cercano.

20  ACTUALLY. Actually
  La pelirroja artista de Los Angeles Ashley Huizenga recupera para su disco debut en solitario "You won't die" y "I love you love me", dos de los mejores temas del proyecto Wet look (en el que formaba equipo con Freddy Cristy) y que encajan perfectamente con el resto de material de pop electrónico con matices barrocos acordes a su excéntrica y (casi) pornógráfica personalidad (deja en bragas a Lady Gaga) que traspasa los videoclips (grandes "Tropical winter", "Driving", "Me and my Late night guys" o "Don't"). Con una adecuada promoción "Super future" o cualquiera de los temas citados eclipsarían los manidos hits de las artistillas que pueblan las listas. Arriba el pop porno.

21  SAM FLAX. Age waves
  La relevancia de este excéntrico multiinstrumentista californiano ha ido creciendo como una bola de nieve a lo largo del año desde la inicial edición limitada de este disco debut en formato casette hasta la correspondiente edición en vinilo por petición popular. Las causantes fueron sobre todo dos canciones sobresalientes: "Fire doesn't burn itself", con su toque revival vintage, y "Child of glass", por la que encajaría como un guante en la cantera de Italians do it better. ¿Hacia donde se inclina el conjunto general del disco ante dos opciones tan diferentes? Definitivamente es el toque glam (Bowie y John Maus, en su punto de mira) el que gana por goleada. Pero, que lo sepan, aquí hay personalidad y talento para rato.

22  THE XX. Coexist
  A Jamie, Romy y Oliver les salió tan bien la jugada con su aclamado debut que con este segundo disco han decidido no jugársela y repetir (acertadamente, eso si) la fórmula de su éxito hasta en la portada (invertiendo colores y con matices coloristas en el aspa). De nuevo guitarras y sintetizadores se baten en un duelo minimalista plagado de silencios en el que los pequeños detalles son los principales protagonistas, con permiso de las dulces voces enfrentadas. Si este fuera su disco debut volverían a lograr el éxito gracias a las poderosas "Angels", "Sunset", "Tides" o "Fiction". Eso si, quizás para la próxima tengan que dar un paso más.

23  MAXIMILIAN HECKER. Mirage of Bliss
  Tras unos cuantos discos prescindibles y algo confusos el artista alemán ha vuelto a enamorarnos con este disco que se acerca al nivel de los sobresalientes "Rose"(2003) y "Lady sleep"(2005). Las baladas con melodías dulces y ensoñadoras y su poderosa voz nasal vuelven a ser sus principales armas y resuelven en preciosidades como "The whereabouts of love", "Silent, lucid flashes" o "Head up High" absolutamente conmovedoras. La novedad (o espejismo) es "Summerwaste", canción que en el disco aparece en versión orquestada pero que en su formato single tiene una producción electrónica que nos hace soñar con un disco suyo más "moderno" que seguro nos haría sumamente felices.

24  CHAIRLIFT. Something
  Afortunadamente la banda de Caroline Polachek ha salido indemne del éxito (que tampoco fue excesivo, no nos vamos a engañar) de "Bruises" y sorprende que con la marcha de Aaron Pfenning (uno de los pilares del proyecto inicial) hayan firmado su mejor disco hasta la fecha. Una producción rica en matices tribales pero con la apropiada contención, hace que escuchar "Sidewal Safari", "Wrong opinion" o "Amanaemonesia" te pongan bien alerta para lo realmente destacable del disco, las estupendas "I belong in your arms", "Met before" (ay, si la hubiera firmado este año Ladyhawke...) o "Take it out on me", nuestra canción favorita del disco y uno de los mejores temas pop del año.

25  TWIN SHADOW. Confess
  El neoyorquino George Lewis Jr pretendía con este segundo disco dar un sentido continuista a su maravilloso debut (la prueba es que la numeración de las canciones comienza con el doce, siendo once las que contenía "Forget"(2010)) pero hay un claro endurecimiento en el sonido (quizás debido a la autoproducción) que le resta inmediatez pero todavía nos regala grandes dosis de brillantez en canciones como "Golden light" o "Five seconds" (una deliciosa carrera a contrareloj inspirada en un accidente de moto y las cosas que a punto quedaron sin decirse) que siguen heredando la magia glam del mejor David Bowie.

26  LEMONADE. Diver
  La banda californiana presentaba este segundo disco de su carrera con un pelotazo ("Neptune") que por su deliciosa mezcla de r'n b con electrónica-balearic nos hacía presagiar un disco muy grande. Finalmente no han ido por ahí los tiros y "Diver" es un disco mucho más electrónico que soul, lo que tampoco nos ha entristecido demasiado al comprobar que contenía piezas del calibre de "Ice water", "Softkiss" o "Whitecaps", tan brillantes que nos hacían viajar a los años dorados del technopop pensando en Electronic, The Beloved o los New order más poperos.

27  JESSIE WARE. Devotion
  Sin duda uno de los debuts femeninos del año lo protagoniza esta joven inglesa que llamó la atención por poseer cierto deje a Sade o a la Janelle Monáe más experimental, aunque single a single (y hasta colaborando con SBTRKT) ha ido demostrando que tiene personalidad de sobra para que su r'n b contemporáneo la convierta en una estrella del género en un futuro cercano. De momento poderosos canciones como "Wildest moments", "Sweet talk" o la irresistiblemente sensual "100%" la han colocado en primera linea y promete quedarse ahí por mucho tiempo.

28  IAMAMIWHOAMI. Kin
  Ni Christina Aguilera ni Lady Gaga se escondían finalmente detrás de esos vídeos virales que nos invadieron semana si, semana también, mostrando a una misteriosa mujer camuflada con atuendos imposibles y misteriosas músicas tituladas con números o códigos. La verdadera autora intelectual de este misterio es Jonna Lee, una geída artista con pestañas postizas que ha debutado en formato largo con un disco que mantiene la belleza de su propuesta inicial multimedia pero que (y se agradece) resulta más próxima al pop, firmando canciones podersas, hermosas y bailables como "Drops", "Sever" o el llenapistas "Goods". No deja de sorprender, y que dure.

29  JENS LEKMAN. I know what love isn't
  "Night falls over Kortadela"(2007) fue su consagración definitiva y le colocó por encima del bien y del mal en el mundo de los cantautores pop. Y es que canción que canta este muchacho sueco, canción convierte en una maravilla. Quizás en esta ocasión falte el factor sorpresa y el conjunto resulte demasiado acomodado (los detalles acuosos de, arpas incluidas, de "She just don't want to be with you anymore", nuestra canción favorita del conjunto, es lo ñunico que se sale un poco del tiesto), pero suponemos que después de más de una década firmando preciosas canciones la fórmula está más que aprendida y no vea necesario cambiarla, ya que su inconfundible tono vocal es más que identificativo. "The End of the world is bigger than love" (que ya conocíamos de un eP previo), "Erica America", "Become someone else's" o "I know what love isn't" son algunos ejemplos de canciones "muy Lekman" con sus pianos y sus cuerdas, y que vengan muchas más.

30  TAME IMPALA. Lonerism
  La banda australiana liderada por Kevin Parker, que hace un par de temporadas se hacían un hueco en la escena con su notable "Innerspeaker", dan un paso más y su intenso rock psicodélico ha pasado de compararles con bandas de moda como (entonces) MGMT a bandas de altura como Los Flaming lips más fumados. Tener a Dave Fridmann mezclando el disco es una garantía de éxito, pero son necesarias canciones como "Apocalypse dreams", "Elephant" o la preciosa "Feels like we only go backwards" para destacar en un género tan manido. Y ellos lo han conseguido.

31  TOTALLY ENORMOUS EXTINCT DINOSAURS. Trouble
  Al jovencísimo Oxford Orlando Higginbottom no le gusta pasar desapercibido. Elige un nombre artístico llamativo e interminable, se presenta en directo con extravagantes atuendos llenos de plumas y detalles futurísticos y se ha empeñado en lanzar multitud de remezclas y singles infecciosos hasta que su ya reconocido nombre le ha permitido firmar un disco debut a medio camino entre el pop-electrónico y el dubstep-balearic en el que encontrarás todos sus hits ("Trouble", "Household Goods", "You need me on my own", "Tapes and money") y un buen montón de razones de más para montarte una buena fiesta y no parar de bailar.

32  DIIV. Oshin
  La banda previamente conocida como Dive (el cambio de nombre se debió a la existencia de otra banda que también lo utilizaba con anterioridad), liderados por Zachary Cole Smith (guitarrista en directo de Beach Fossils), se estrenan discográficamente con este poderoso disco de guitarras revival que sangran en medio de un ficticio oleaje haciéndonos sentir algo parecido a lo que percibimos escuchando a los primeros The Cure. Si os parece exagerado, probad con "Doused" o "Past lives", y (sin restar méritos al más que apañado acabado shoegaze de estos chicos) esperaréis que de un momento a otro la voz de Robert Smith haga acto de presencia.

33  HOLY OTHER. Held
  Tras el eP "With U"(2011) y su fichaje por Tri Angle, sello clave de la electrónica alternativa, el beatmaker mancuniano traduce a través de su música el siginificado del amor sirviéndose de una explosiva mezcla de dubstep, UK garage, R&B y pop urbano que bien batidos dan como resultado canciones ásperas y de un misticismo absorbentes. Sumérgete en su música a través de "Held", y querrás bucear en ella todo el tiempo.

34  THE MAGNETIC FIELDS. Love at the bottom of the sea
  Tras sus fallidos experimentos con "Distortion"(2008) y "Realism"(2010), la banda principal de Stephin Merrit volvía con este disco al sello Merge, lo cual nos hacía esperar con ansias una vuelta a su época dorada. Aunque este regreso no ha sido para tanto, si es cierto que por primera vez en muchos años reconocemos en un disco de los campos magnéticos la fórmula que les hizo inmortales y que mezclaba electrónica retro y pop de manera magistral. Todo en este disco suena (y nos alegramos por que lo echábamos de menos) a déjà vu y el único (o gran pero) es que no encontramos en él canciones que nos encojan el corazón como lo hacían antaño. Aún así les damos un notable alto, y agradecemos momentos casi mágicos como "Infatuation (with your gyration", "Your girlfriend's face" o "I'll go anywhere with Hugh".

35  NITE JEWEL. One second of love
  La californiana Ramona Gonzalez este año ha cambiado de sello (pasa de Mexican Summer a Secretly Canadian) y ha firmado su disco más relajado y (a la vez) inmediato dejando definitivamente atrás sus coqueteos con la electrónica (a penas, unos pequeños incisos en "I don't") para ofrecer un disco a medio camino entre el folk y el synthpop con dardos instantáneos como el maravilloso tema titular (su mejor canción hasta la fecha), "She's always watching you", la delicadeza de "In the dark" o la magnífica pieza soul "Autograph".

36  NIKI & THE DOVE. Instinct
  El dúo de Estocolmo, liderado por Malin Dahlström (voces) y Gustaf Karlöf (teclados), han ido ganándo adeptos paso a paso lanzando primero varios singles ("Dj ease my mind", que sigue siendo su gran clásico, y "Mother protect") y luego un eP ("The drummer"(2011), que incluía el delicioso titular o, la también notable, "The Fox"), para acabar juntando todo su material en este primer largo en el que, conociendo de antemano la mayoría de los temas, no hubo muchas sorpresas ("Tomorrow" es la más destacada de las inéditas). Pero era necesario agutinar en un solo disco este ejercicio de pop desquiciado a medio camino entre sus paisanos The Knife y Lykke Li.

37  MAGIC WANDS. Aloha Moon
  Chris y Dexy provienen de LA y crearon en 2008 este proyecto que debe su nombre a un regalo (una varita mágica) que hizo Chris a Dexy y cuyo significado no es gratuíto pues tanto su eP debut, "Magic, Love & Dreams"(2009), como este primer largo (para el que han contado con Dave Sardy de LCD Soundsystem) utiizan el synthpop para dar forma a canciones que hablan de sueños y fantasía. Un disco atemporal y mágico (nunca mejor dicho) que te cautivará a poco que escuhes "Space", "Teenage love" o "Warrior".

38  LESCOP. Lescop
  El cantautor francés Mathieu Peudupin revitaliza con su disco debut en solitario (ya había formado parte durante más de quince años de la banda Asyl) la Chanson de su país acercándose al New Wave de los 80 en un ejercicio melancólico con destellos synth-pop que recuerda a lo que hacía en los 80-90 su compatriota Etienne Daho. "La forêt" (single que se incluyó con éxito en las prestigiosas recopilaciones de Kitsuné), "La nuit americaine" o "Hypnose" te conquistarán seguro.

39  ICE CHOIR. Afar
  Kurt Feldman (componente de The Pains of Being Pure at Heart y The Depreciation Guild) nos ha dejado claro que le gusta tocar todos los palos, y siempre con miras a épocas pasadas. En esta ocasión su punto de mira es el technopop de hombreras y gomina de los (para muchos) añorados 80. Su pretensión, por otro lado bastante lograda, parece ser sonar a Deacon blue o Prefab sprout, aunque a nuestro parecer (y por eso nos resultan más fascinantes si cabe) canciones como "Two rings" o "A vision of Hell, 1996" nos suenan a unos depurados Johnny hates Jazz. Mención aparte para la delicadamente deliciosa "Everything is spolt by use" en la que comparte protagonismo Caroline Polachek de Chairlif.

40  PLASTIC OPERATOR. Before the day is out
  Pocos cambios en la música del dúo belga/canadiense formado por Mathieu Gendreau y Pieter Van Dessel desde su debut "Different places"(2007), qué incluía el ya clásico "Folder", y este segundo trabajo que mantiene el tipo más que dignamente con joyas de technopop como "Making it right"(quizás la más novedosa por sus guitarras), o las deliciosas "Motor" y "Sometimes it's eassy". Intuímos que la falta de repercusión de esta nueva andanza es un cambio de modas. El anterior triunfó en la escena independiente en plena era "post-Postal-service" y el buen technopop ahora no se lleva tanto. Esperemos que no tiren la toalla porque son estupendos.

41  BAT FOR LASHES. The Haunted Man
  El tercer álbum de la cantante y compositora británica Natasha Khan, nos muestra a una artista más segura de si misma en el que da la cara más que nunca poniendo todas las canciones al servicio de su conmovedora voz que en esta ocasión es la protagonista absoluta (los más claros ejemplos de esta nueva etapa son la emotivas "Laura" y "Marylin"). Sin embargo, a pesar de ese apaciguamiento casi folk, no renuncia a los extraños efectos sonoros que ella misma imprime en su música y que le dan el toque personal que (otra vez) le hacen única.

42  ANDY STOTT. Luxury problems
  El dj y productor británico consigue el reconocimiento masivo, también logrado con su otro alias Andrea, con este tercer disco en el que conviven felizmente dub y techno. "Numb" es, sin duda, su mejor carta de presentación, una susurrada canción de elegante pop ambiental, que no ensombrece sin embargo a otros momentos álgidos como la oscura (y casi tétrica) "Expecting" o el tema titular, que nos hace viajar al Bristol de los 90 en el que triunfaban Massive attack o Tricky. Uno de los grandes del género.

43  CAT POWER. Sun
  Chan Marshall volvía a retomar su carrera musical, tras un largo parón de seis años en los que intentó resolver problemas personales, con un disco algo inconexo en el que brillan los cortes más pop y aparentemente alegres (soprendentemente accesibles son “Ruin”, “Cherokee” o “Manhattan”) en contraste con piezas más experimentales (la extraña "Piece of time" o la larguísima "Nothin but time" que acaba siendo de lo mejor del disco) también muy recomendables. Un nuevo acierto en una carrera auténtica y pasional que hay que degustar poco a poco.

44  FATHER JOHN MISTY. Fear Fun
  Josh Tillman, el barbudo ex batería de Fleet Foxes, comienza una nueva aventura musical en solitario como Father John Misty (aunque ya ha publicado siete discos con su propio nombre) y este disco para el que ha contado con la colaboración de Jonathan Wilson o Phil Ek. Y éste no es sólo su nombre artístico sino una especie de alter-ego hedonista y vicioso que refleja su forma de ver la vida en un puñado de canciones folk-rock con esencia melódica y tono clásico pero sin recurrir a la psicodelia. Una preciosidad.

45  MEMORY TAPES. Grace/Confusion
  Dayve Hawke ha dejado aparcados otros proyectos para dedicarse por completo a Memory tapes tras la buena acogida de "Seek magic"(2009). En este segundo disco (que a pesar de contar sólo con 6 pistas tiene minutaje largo) repite la fórmula mezclando indiepop ambiental y electrónica y el resultado es una (de nuevo) sorprendente colección de canciones con complejos desarrollos (espléndidas "Thru the field" y "Sheila") que no paran de sorprender con sus continuos e inesperados giros. El pop sinfónico del siglo 21.

46  CHAD VALLEY. Young hunger
  Hugo Manuel, el autor de una de nuestras canciones favoritas del verano de 2011 ("Now that I'm real, how does it feel?"), que en este 2012 también ha publicado "Point of go" (segundo disco de su banda Jonquil), lanza por fin su primer largo en solitario como Chad Valley. Pero no lo hace solo, ya que se ha arropado con colaboradores de lujo como Cameron Mesirow de Glasser (en el delicioso primer single "Fall for you"), El Perro del mar, TEED, Active child, el veterano Jack Goldtein o Anne Lise Frøkeda de Harrys Gym. Quizás ninguno de sus temas alcance el nivel de las cumbres de su eP "Equatorial Ultravox", lo cual no quita para que se un disco imprescindible para los nostálgicos del pop (ligeramente) electrónico.

47  ADVANCE BASE. A shut-in’s prayer
  Afortunadamente poco hemos tenido que esperar desde el final de Casiotone for the Painfully Alone para disfrutar de nuevo de la música de Owen Ashworth, y en este nuevo proyecto vuelve a apostar por el electro pop minimalista con trasfondo folk que nos hizo enamorarnos de su música. Las preciosas "Summer music", "New Gospel" o "Christmas in Oakland" son algunos ejemplos de pequeñas historias deprimentes pero coloreadas con sus habituales arreglos que las convierten en adorables y cercanas. Menos mal que no nos ha abandonado y que sigue en plena forma musical.

48  DAN DEACON. America
  El artista de Baltimore, genio de la electrónica experimental, nos entrega un nuevo disco "raro" dividido en dos partes: una primera que cuenta con las piezas más pop de su carrera ("True trash" o "Crash Jam" son dos de los temas más controlados que le conocemos), y una segunda dividida en cuatro canciones que se centran (por capítulos) en su visión de América, eje final del disco, de una manera paisajista que culmina con su personal "Manifest".

49  SLEIGH BELLS. Reign of terror
  Después del rompedor "Treats"(2010), el dúo de Brooklyn formado por Derek E. Miller y Alexis Krauss nos entregan un segundo disco menos fiestero y (como indica el título) cargado de guitarras aterradoras. Pero a la vez nos encontramos con un trabajo en el que desaparece el toque lo-fi en beneficio de un mayor desarrollo melódico. Asi, en contraste con temas demoledores como "Tru Shred guitar" (trallazo con sonido vivo), "Born to lose" o "Crush", aparecen temas más suaves como "End of the line" o "Leader of the Pack" (homenaje a The Shangri-Las) que les abren nuevos horizontes hacia el Reino del pop.

50  LOTUS PLAZA. Spooky action at a distance
  No sólo Bradford Cox tiene una (brillante) trayectoria paralela a Deerhunter (con Atlas sound), otro de sus componentes, el guitarrista Lockett Pundt, también hace sus pinitos en solitario con Lotus Plaza, proyecto con el que editó en 2009 "The floodlight collective" y que este año se consagra definitivamente con este segundo largo de grandes canciones pop sin más sin pretenderlo brillan (o explotan) a través de desarrollos sencillos que se rompen con oportunos y sucios guitarrazos. Sobre todo con "Dusty Rhode" y "Strangers" ha dado en el clavo, de lleno.

51  ARIEL PINK'S HAUNTED GRAFFITTI. Mature Themes
  Tras la explosión mediática de "Before today"(2010), Ariel Pink relaja la fórmula en un disco menos impactante pero no carente de buenas canciones que siguen teniendo un aire retro (pero más pop) como "Kinski Assassin", "Baby" o la preciosa "Only in my dreams". Sin embargo, a nosotros las que nos siguen tirando más (aunque en esta ocasión no son tan logradas) son las canciones de punk-marciano (saco al que pertenecen las divertidas "Driftwood" e "Is this the best spot?") y las centradas en teclados retro ("Pink slime" o "Live it up").

52  BRIGHT LIGHT BRIGHT LIGHT. Make me believe in hope
  Si nos encontráramos a finales de los 80, no nos sorprendería encontrarnos con Rod Thomas pisándole los talones en las listas de éxitos a Jason Donovan o Big fun. Pero han pasado más de 20 años de aquellos años tan añorados (no por servidor), y el technopop explosivamente comercial de este joven galés lo que ha conquistado es la blogosfera independiente, quizás porque piezas tan pegajosas como "Disco moment", "Waiting for the feeling", "Love part II", "Feel it" o "Cry at films" (con Del Marquis de Scissor Sisters) son el soplo de aire fresco que nos hace falta a muchos para desconectar y entregarnos sin complejos a la pista de baile. No llega al status de "Robyn femenina", pero tampoco se queda muy lejos.

53  PORCELAIN RAFT. Strange weekend
  El italiano Mauro Remiddi firma con este disco un sorpendente debut en el que consigue una delicada sensibilidad a veces próxima a Beach house (brillante "The way in") y otras, utilizando efectos sonoros más atrevidos, a los M83 más intimistas o Washed out ("Drifting in and out" y "Put me to sleep"). Es este un trabajo que huele a la inocencia de un debut, y por su sinceridad los pequeños defectos se transforman en virtudes. Estamos seguros de que las buenas críticas servirán como estímulo para que depure su sonido y nos de grandes alegrías en el futuro.

54  RUDI ZYGADLO. Tragicomedies
  El éxito de un artista tan particular como James Blake no podía quedar aislado, y ha abierto puertas a una nueva y talentosa generación entre la que este año ha destacado este joven productor de Glasgow, que curiosamente entró en el panorama musical con anterioridad. Clasicismo modernizado, con una producción minimalista centrada en distorsiones, pequeños y estratégicos detalles sonoros y voces a menudo moduladas con autotunes y vocoders (como en la estupenda "Russian dolls"), pero con alguna que otra concesión más próxima al pop ("The Domino Quivers").

55  HALLS. Ark
  El joven británico Sam Howard deja claro en su debut su devoción por Radiohead, tanto en su vertiente más mística (esa apertura y coros celestiales que nos acompañan en todo su recorrido) como en la más experimental, que al final es la predominante, pero que igualmente nos hace pensar en las pistas más tranquilas de "Kid A" o "The Eraser". El toque de distinción lo pone una voz que nos encaja más en un proyecto de neo-folk, pero que rodeada de efectos sonoros resulta de lo más interesante. Minimalismo electrónico de lo más emotivo y grandes canciones con un toque siniestro ("Roses for the dead", "White Chalk" o "Funeral" son soberbias) que, definitivamente, nos han conquistado.

56  SIGUR RÓS. Valtari
  El sonido casi celestial de la banda islandesa más exitosa de la historia siempre se ha caracterizado por una inevitable teletranportación visual que no para de inundar tu imaginación una vez le das al play de cualquiera de sus discos, cierras los ojos y te dejas llevar. Quizás conscientes del poder cinematográfico de su música han querido poner imagen a cada una de las piezas de este nuevo disco (que supuso su retorno inesperado, cuando se hablaba de disolución) a través del concurso de videoclips "Valtari Mystery Film Experiment" que nos ha dado resultados magistrales otorgando vida visual a esta enésima colección de joyas con su poderosa y ya habitual magia.

57  WILD NOTHING. Nocturne
  Jack Tatum no ha permitido que el hype de su aclamado debut 82010) quede en una anécdota y ha puesto toda su magia ensoñadora en este nuevo ejercicio de pop sencillo y melódico al servicio de canciones que suenan a clásico (unos hipotéticos y dulzones The cure adolescentes) pero con un adorable toque naif, cada vez más depurado, eso sí. Para su cancionero imprescindible ya no pueden faltar "Paradise", "Nocturne" o "The chain won't break".

58  SANTIGOLD. Master of my Make-Believe
  El primer avance que tuvimos de este esperadísimo segundo disco de la artista anteriormente conocida como Santogold era una canción hermana del sonido M.I.A. llamada "Go!" y en la que colaboraba la siempre interesante Karen O. En esa onda un tanto tribal se mueven también "Freak like me", "Big mouth" o "Fame", aunque a nosotros nos interesa más cuando se pone más popera y firma canciones tan redondas como "Disparate youth", "The keepers" o "God from the machine", sin duda los momentos por los que se recordará este segundo asalto de la artista afroamericana.

59  DOMINIQUE A. Vers les lueurs
  A estas alturas y tras más de veinte años de impoluta carrera el cantautor francés no va a sorprender a nadie con este décimo largo en el que la melancolía nostálgica y un deja-vu a chanson francesa con toques rock vuelven a ser los protagonistas entre pequeños destellos de luz (curiosamente claras en "Rendez-nous la lumière" y "Quelques lumières") y poderosos arreglos. Otro disco notable para su curriculum que mantendrá su status aunque no sobrasaliendo.

60  DJANGO DJANGO. Django Django
  El cuarteto escocés debuta con este ecléctico ejercicio de folk electrónico que les ha valido comparaciones con los Beach boys (nada menos). La explosiva combinación de géneros de los que hacen uso podría resumirse en una especie de psicodelia futurista con detalles tropicales que, de momento, ha dado grandes frutos como "Default" (grande el rompedor estribillo), la tribal "Waterforms" o las más vaqueras "Firewater" y "WOR". Veremos si la promesa se confirma en el futuro, pero empiezan bien.

61  PASSION PIT. Gossamer
  Definitivamente el éxito de "Manners"(2009) ha cambiado el alma de la banda liderada por Michael Angelakos, y donde antes sonaban tremendamente experimentales e inquietos ahora suenan a banda consolidada de pop destinada a llenar estadios. A mucha gente esto le puede provocar rechazo, pero es lógico que tras reventar con "Sleepy head" pretendan aumentar su público, y la buena noticia es que el resultado es bastante satisfactorio. "Take a walk" parece una versión más pop del "Kids" de MGMT (y ha tenido un gran éxito en USA), y también "I’ll be Alright" o "Constant Conversations" están pensadas para liderar listas. Pero son buenas canciones, que al final es lo que importa, ¿no?

62  ANIMAL COLLECTIVE. Centipede Hz

  "Merriweather Post Pavilion"(2009) y su psicodelia electrónica supuso su consagración definitiva (si es que no lo estaban ya) y fueron considerados una de las bandas (si no la) más importantes de la década pasada. Con semejante papeleta Avey Tare, Panda Bear, Geologist y Deakin han decidido dar un paso atrás y renunciar a su última fórmula en favor de la penúltima. El resultado es un disco tremendamente marciano que ha provocado la espantada de sus últimos fans alistados pero en el que todavía se reconocen muchas de sus virtudes en canciones como "Rosie Oh" o "Today's supernatural" que siguen manteniéndoles entre los grandes. Pero para la próxima, por favor, menos impulsos y más cabeza.

63  TENNIS. Young and Old
  El matrimonio Moore-Riley han conseguido ya con este segundo trabajo (que llega tan sólo un año después de su debut "Cape Dory") que, a pesar de que el explotado revival pop sesentero sea su marca de identidad, en sus canciones sean ya facilemente reconocibles. La culpa la tiene sin duda la dulce voz de Alaina, pero en este segundo asalto hay otro responsable de dar fuerza y consistenica al conjunto, y ese es Patrick Carney (The Black Keys), encargado de potenciar las virtudes del dúo logrando cuotas, a la altura de (por ejemplo) Belle and Sevastian o Lucky soul, en cortes como "Origins" o la deliciosa "My better self".

64  SHARON VAN ETTEN. Tramp
  El tercer disco de esta cantautora norteamericana, que se mueve entre el pop, el rock y el folk, con un timbre de voz que a veces nos recuerda a Dolores O'Riordan pero desdibujado por un deje rockero más próximo a Pj Harvey, es un honesto e introspectivo trabajo para el que se ha arropado por Zach Condon, Jenn Wasner, Julianna Barwick, Matt Barrick, Thomas Bartlett y Aaron Dessner (The National) en la producción. Un disco doloroso con mucha emoción despojada con rotundidad pero sin rabia y grandes canciones como "Serpents" o "Warsaw" que sobrecogen al más duro.

65  TAMARYN. Tender new Signs
  Segundo largo de la artista de origen neozelandés (siempre arropada por el guitarrista Rex John Shelverton) en el que repite la fórmula de revival shoegaze con guitarras y teclados de ultratumba suavizados por su dulce voz que le da un toque siniestro y fantasmagórico especialmente brillante en "The Garden" y "I'm gone", temas que (no por casualidad) han servido para presentar el disco.

66  KINDNESS. World, You need a change of mind
  El británico Adam Bainberg firma este destacable y ambicioso debut que bebe de muchas fuentes como el funky ("Gee up" muy motown, "Doigsong"), el hiphop a lo Prince ("That's alright"), el jazz ("Boombastic"), el soul ("Anyone can fall in love") o la psicodelia ("Gee Wiz"). Pero cuando realmente nos conquista es cuando se "viste" de electropopero moderno en temas como "Swingin party" o "Cyan". Aunque el resultado global es notable, esperemos que su siguiente paso esté algo más centrado, y si es centrado en nuestro palo favorito, mejor que mejor.

67  FLYING LOTUS. Until the quiet comes
  Tras la gran acogida de "Cosmogramma"(2010), Steven Ellison nos regala un cuarto disco menos revolucionario pero de gran calidad, en el que hay cierta influencia del rock progresivo y la psicodelia. El punto de accesibilidad del disco lo aportan los colaboradores (en esta ocasión Niki Randa, Thundercat, Laura Darlington, Thom Yorke o Erykah Badu) que ayudan a suavizar, sin restar credibilidad, un amalgama de bases electrónicas, jazz futurista y hip-hop abstracto que, por muy raro que parezca, funciona y engancha.

68  STARS. The North
  El sexto álbum de estudio del quinteto canadiense es una colección de canciones de pop electrónico sin más ambición que sonar honestas. No hay sorpresas en su contenido (si acaso el corte inicial "The Theory of Relativity" o "Walls", los momentos más electrónicos) pero si grandes aciertos pop, sobre todo la estupenda "Hold on when you get love and let go when you give it", que no desentonaría en el cancionero más popero de New order o en cualquier disco de Death cab for cutie.

69  JONQUIL. Point of go
  Antes de dar el pelotazo en la blogosfera como Chad Valley, Hugo Manuel ya tenía formada esta banda que este año han lanzado un notable tercer disco menos folk que los anteriores en beneficio de un sonido pop (con toques tropicales) quizás influenciado por el éxito del último alter ego de Hugo, aunque tambien por importantes cambios en la formación. Sencillez pop sin apenas altibajos y (al menos) un par de golosinas (It's my part" y "Run") para la posteridad.

70  BEAR IN HEAVEN. I love you, it's cool
  La banda de Brooklyn liderada por Jon Philpot insiste en la psicodelia sintética que tan grandes resultados les dió en su anterior trabajo "Beast rest forth mouth"(2009). El inexistente efecto sorpresa ha provocado que esta nueva colección de melodías envueltas en espaciosas atmósferas tenga un impacto mucho menor. Pero todavía hay sitio para grandes hallazgos como la brillante "The reflection of you". Invirtiendo al título: siguen siendo cool y por eso les queremos.

71  LOWER DENS. Nootropics
  La banda de Baltimore lidereada por Jana Hunter, han sido teloneros de Deerhunter pero escuchando "Brains" (glorioso single que sirvió de presentación del disco) cuesta menos compararlos con la grandilocuencia de los Radiohead más oscuros o incluso con Beach house (algo se les ha pegado ya que Chris Coady, que mezcló "Teen Dream", trabajó en su primer disco) en sus momentos más calmados ("Propagation" o "Lamb"). Buen disco para degustar con calma y (mejor) en penumbra.

72  THE IRREPRESSIBLES. Nude
  Este colectivo de art-pop liderado por Jamie McDermott convierten este segundo disco en un acto de valentía en un mundo cobarde, en el que se desnudan sin tapujos a traves de desgarradoras canciones de amor homoerótico. Es este tipo de nudismo romántico y redentor al que realmente hace referencia el título del álbum, porque el envoltorio musical no puede estar más vestido con una producción sobrecargada que hace de piezas como "Arrow", "Tears" o esa cumbre final con "Two men in love", piezas casi teatrales dignas del mejor musical. De momento, han calmado su gusanillo escenográfico con sus llamativos y preciosos videoclips.

73  RUFUS WAINWRIGHT. Out of the game
  Tras el fallido "All days are nights..."(2010), el cantautor estadounidense-canadiense vuelve a firmar un disco a la altura de su valía ayudado de Mark Ronson que ejerce de extraordinario productor, respetando al máximo el estilo clásico y grandilocuente del artista pero aportando un toque de modernidad necesario para no estancar o acomodar su carrera. Es dificil destacar en este disco impoluto algo concreto, pero elegimos el clarísimo single titular "Out of the game" y la preciosa "Montauk", un derroche de amor y ternura dedicado a su hija Viva.

74  JULIA HOLTER. Ekstasis
  Tras llamar la atención con su debut "Tragedy"(2011) la artista de Los Angeles ha vuelto a acaparar este año la atención unánime de la blogosfera con un disco que (cuando menos) no puede provocar indiferencia. En esta ocasión consigue un resultado más pop centrándose en un barroquismo vocal que empapa sus canciones de un aroma próximo al new age, pero en una vertiente marciana que rehuye del clasicismo del género. Cajitas de música y ambientes ensoñadores (creados desde su propia habitación) envuelven delicatessens como "Moni mon amie", "Marienbad" o el desenlace con "This is Ekstasis".

75  THE 2 BEARS. Be strong
  El DJ Raf Rundell y Joe Goddard (una de las piezas fundamentales de Hot Chip) firman esta pequeña gran travesura desenfadada y cargada de sentido de humor (haciendo honor a su nombre se promocionan vestidos de osos). Las pistas de baile (añorando los 90) parecen el destino claro de pelotazos como la titular "Be strong", "Bear hug" y su toque Technotronic, o "Work" que se descubre como el gran pelotazo del disco. Mientras tengan ganas de divertirse y divertirnos en sesiones y fiestas discotequeras tenemos a estos dos plantígrados para rato.

76  SCHOOL OF SEVEN BELLS. Ghostory
  El tercer álbum del dúo neoyorkino formado por Benjamin Curtis y la vocalista Alejandra Deheza (su melliza Claudia abandonó el proyecto) es un disco conceptual en torno a los fantasmas ("Low times" es la más fantasmagórica), que se plasma en un sonido etéreo cercano al dreampop pero con matices de electrónica que le confieren un caracter sintético capaz de impulsarte hacia la pista de baile, aunque sea tímidamente ("The night" y "Lafaye" no son para bailar a lo loco, pero si te animan a mover el esqueleto). Para explotar su vena más electrónica han reservado su eP "Put your sad down", lanzado para culminar un gran año para ellos.

77  BENJAMIN BIOLAY. Vengeance
  El Enfant terrible de la música francesa regresaba, tras el gran éxito en su país de su predecesor "La Superbe"(2009), con este disco enérgico y positivo que cuenta con colaboraciones de Carl Barat (The Libertines), Vanessa Paradis, Julia Stone, OrelSan o Oxmo Puccin, y que desconcierta por la variedad estilística (por lo insólito en su trayectoria es especialmente llamativa la technopopera "Marlène déconne"). No es ni de lejos uno de sus mejores discos, pero a estas alturas haga lo que haga será bienvenido.

78  Alt-J (∆). An awesome wave
  El cuarteto de Leeds debuta a lo grande ganando el prestigioso Mercury prize gracias a la explosiva mezcla de soul, jazz y hip pop de este primer largo. Sin embargo no resulta fácil adentrarse en su extraño universo en el que puedes encontrarte casi cualquier cosa. Lo mejor es que empieces por la irresistible "Something good", y una vez conquistado te adentres en su compleja telaraña y acabes atrapado.

79  FANFARLO. Rooms filled with light
  El segundo disco de la banda londinense liderada por el músico sueco Simon Balthazar repite el tono barroco adornado con tensos juegos de cuerda que tan bien funcionaron en su debut (en este sentido triunfan con la estupenda "Replicate"), pero coquetean esta vez con una electrónica experimental quizás implantada por la producción de Ben Allen (que ha trabajado con Animal collective), que hace que canciones como "Feathers" o "Tightrope" (con sus tonos pop festivos y casi tropicales) sean los grandes aciertos de este paso firme en su carrera.

80  THE TALLEST MAN ON EARTH. There's no leaving now
  Kristian Matsson se ha ganado ya el título de Dylan sueco, no sólo por su timbre vocal (ciertamente parecido) sino por la magía folk-rock que emanan sus discos. Éste es el tercero y en él vuelve a contar con su banjo, su guitarra y su poderosa voz aguda como únicos y apaciguados compañeros para crear un cautivador ambiente campestre en el que relajarnos e imaginarnos viajando de noche en un tren de mercancías mirando a las estrellas y escuchando "1904", "To just grow away" o "Revelation blues". ¡Qué buen viaje!

81  CALEXICO. Algiers
  El séptimo larga duración del grupo norteamericano (primero en cuatro años) lleva el nombre del barrio donde se grabó (en Nueva Orleans) y supone un puente entre la cultura del sur de Estados Unidos y la del norte de México. Así se mezclan temas muy de rock suave americano como "Para", "Spitter" o la gloriosa "Epic", que a menudo utilizan instrumentos mejicanos en pequeñas pinceladas de sus desarrollos, con otros definitivamente latinos ("Puerto" y "No te vayas" con colaboración vocal de Depedro y preciosos acompañamientos de trompeta y violín) pero con aroma vaquero. De nuevo, un disco cálido y muy grande.

82  PRINCE RAMA. Top 10 Hits of The End of The World
  Cuando se habla de revival ochentero pocas veces se utiliza la comparativa de una manera tan certera como con este extraño dúo que han creado un concepto la mar de original para la creación de este disco: Ante la noche Apocalíptica la banda recopila una serie de covers de sus diez bandas favoritas, que (toma ya) son ficticias. Tontadita conceptual al canto para presentar una colección de temas que nos hacen viajar al nacimiento del technopop en su vertiente más arcaica y punk, como si conocieran que este sería un final feliz para nuestra existenica, y lo adornan con una estética (en portada y videoclips) digna de los peores recopilatorios de la época de la laca y las hombreras. No sabemos cuánto les durará la gracia, pero de momento la tienen.

83  DEATH GRIPS. The Money Store
  El Hip hop experimental y subversivo este año ha tenido como protagonistas absolutos a este proyecto de Sacramento, formado por el rapero MC Ride y los productores Andy Morin y Zach Hill, que le hace un salto de potro a Tyler The Creator en este disco infeccioso y abrasivo de mensaje apocalíptico y sonido extremo y reverenciado al low-fi. Un paso más radical y (a la vez) accesible ("Hacker" es un pelotazo) en su carrera, que a finales de año ha tenido continuidad en el también notable "No love deep web" (sí, el de la portada fálica).

84  PEAKING LIGHTS. Lucifer
  Tan sólo un año después del aclamado "936", esta pareja de Wisconsin vuelve para entregarnos una nueva tanda de su música hipnótica cargada de sintetizadores y toda clase de artimañas sonoras al servicio de dulces melodías por momentos extraterrestres. Quizás este trabajo no alcance la notoriedad de su ambicioso predecesor pero no faltan grandes canciones. Nuestras favoritas son el reggae futurista "Live love" y el tema que dedican a su recién llegado retoño, "Beatiful son". Por cierto, el año terminó con una interesante revisión dub del disco, que titularon simplemente "Lucifer in Dub".

85  MEMORYHOUSE. The Slideshow Effect
  Tras darse a conocer con el eP de 2010 "The years", el dúo canadiense integrado por el productor y multiinstrumentista Evan Abeele y la vocalista y fotógrafa Denise Nouvion entregan a través del infalible sello SubPop su largo debut en el que encontramos deliciosas canciones de dream-pop (a la sombra de Beach house, con los que casi comparten nombre) en las que sobresale la adorable voz nasal de Denise. Al disco quizás le falta algo de garra, pero escuchando la inmensa "The kids were wrong" no podemos sino enamorarnos y esperar grandes cosas de ellos en el futuro.

86  BOY FRIEND. Egyptian Wrinkle
  Tras abandonar Sleep ∞ Over, Christa Palazzolo y Sarah Brown desarrollan en este debut de su nuevo proyecto un dream-pop electrónico a veces próximo al new age en el que mezclan tímidos sintetizadores con armonías vocales exuberantes. Con Cocteau Twins como clara referencia y un colchón de densidad sonora construyen piezas celestiales como "Egyptian Wrinkle", "False cross" o "Bad dreams" ensoñadoras y mágicas.

87  d'EON. LP
  El joven productor canadiense, fiel compañero de Grimes (con quien ha colaborado a menudo y firmado un split), lanza por fin su primer larga duración en el que mezcla (como tan de moda ha estado este año) r&b con pop electrónico, inclinando hacia el segundo la balanza. El resultado es un álbum de ambición paisajista celestial que puede llegar a ser algo confuso (démosle un voto de confianza que es la primera vez que se enfranta a un largo) pero que encierra grandes momentos, sobre todo el enorme "Al-Qiyamah".

88  VIOLENS. True
  Tras un fallido debut en 2010 la banda de Brooklyn ha cosechado grandes elogios con este segundo trabajo en el que el pop delicado con sabor a (otra vez hay que reivindicarles) The Cure pero con un acabado más limpio les ha valido comparaciones con bandas de renombre como Real Estate o Atlas sound. "Totally true" o "Der Microarc", son dos de sus mejores temas y dos de las cumbres shoegaze de 2012.

89  MARIA MINERVA. Will happiness find me
  Maria Juur, nacida en Estonia y afincada en Reino Unido, es una artista a la que no le gusta lo fácil, pero consciente de lo complejo de su propuesta presenta este tercer largo con el corte más luminoso (el excelente single "The Sound") quizás temerosa de la espantada que puede provocar el denso ejercicio musical (que ríanse de los últimos pasos de Björk) que empapa la mayoría de los cortes. Buena estrategia, porque una vez que te sumerges en su mundo es dificil que no te pique la curiosidad y comiences a disfrutar de su abstracta mezcla de sonidos y voces cada vez más oscuro e interesante. A nosotros nos ha encantado la experiencia.

90  LAUREL HALO. Quarantine
  El debut de esta joven de 24 años y oriunda de Michigan para Hyperdub supone un extraña e inquietante rareza dentro de la electrónica experimental ya que sitúa su voz por encima de su música (al contrario que en su eP previo), lo cual puede resultar algo irritante (no es una gran cantante) pero acaba siendo un punto a su favor ya que hace más cercanas marcianadas como "Thaw", "Airsick" o "Light + Space". Un disco extravagante, abstracto y frío, pero con cientos de pequeños matices que descubrir y acabar disfrutando en soledad y a todo volumen.

91  LOREEN. Heal
  Participar o (incluso) ganar Eurovisión no garantiza ningún seguro en la carrera musical de un artista y, de hecho, muchas veces la participación en el concurso la trunca. Pero Suecia es, sin duda, el país que más en serio se toma el certamen y con su participante de este 2012 han conseguido su quinta victoria y la más exitosa a posteriori desde (los también suecos) ABBA. Lo mejor de todo es que, si bien "Euphoria" merece el enorme éxito cosechado este verano en Europa, el disco que la contiene mantiene un nivel dignísimo y nos revela a una artista con gran potencial arropada por una producción de pop electrónico muy digna y que recuerda al William Orbit de "Ray of light". Casi todos sus cortes son hits en potencia, pero "Sober", "Everytime" o "In my head" deberían mantener encendida su llama.

92  MARINA AND THE DIAMONDS. Electra Heart
  El segundo disco de la grecobritánica Marina Diamandis muestra una clara intención de la artista en ser una estrella mainstream, pero sin hacer demasiadas concesiones (alguna sí, "Lies" recuerda en exceso a Katy Perry). Quizás la facilona "Primadonna" nos hacía presagiar una artista vendida a las masas, pero incluso esta canción acaba resultando menos simple de la percivido inicialmente, y el groso del disco esconde un nivel más que digno para una cantante de pop. Entre los mayores logros destacamos "Power and control" (sencillamente irresistible), la guitarrera y eurovisiva "Bubblegum Bitch", "Homewrecker" (y sus recitados tan "a lo Pet shop boys") y la delicadeza electrónica de "Valley of the Dolls".

93  MNDR. Feed me diamonds
  El disco debut del dúo liderado por Amanda Warner se ha hecho tanto de rogar que al final han hecho más ruido con el aluvión de singles previos, que con el disco en si, quizás porque su gestación haya sido el resultado forzado a un inesperado éxito. Inexplicablemente han dejado fuera del tracklist su primer hit "Fade to black", aunque no los siguientes "I go away", "#1 in Heaven" o (ya con el disco rodando) "Faster horses", todos ellos hits incuestionables de electropop destinado a las pistas de baile. Un disco entretenido que gustará a los fans de los Goldfrapp más desenfadados.

94  ALEX WINSTON. King Con
  Aunque este es el disco debut de la peculiar cantantuora de Michigan, a la hora de su edición ya conocíamos la mayoría de sus cortes que (como suele ocurrir en artistas noveles) se habían desperdigado en varios ePs previos. "Sister wife" y ""Velvet Elvis" eran y son las mejores muestras de su pop a medio camino entre lo comercial y lo innovador. Sus principales marcas de identidad son su voz (que suena pretendidamente infantil) y el uso (o abuso) de coros que adornan la mayoria de sus temas. No ha logrado el nivel de artistas contemporáneas como Lykke Li o Florence and The machine, pero no ha quedado muy lejos. Tiempo al tiempo.

95  WHOMADEWHO. Brighter
  Cuarto álbum del trío danés en el que vuelven a brillar (como indican en el título), tras el oscuro "Knee Deep"(2011), a través de un buen puñado de hits bailables con un estupendo acabado y que te obligan a lanzarte a la pista de baile. A este paquete pertenecen claramente "Inside world" y "The sun", pero no todo en este trabajo son destellos y entre baile y baile nos permiten cierto relajo en piezas más funkys ("Running man") o apaciguadas ("The End", "Skinny dipping"). Lo importante es que en todo momento salen bastante airosos logrando un disco equilibrado que es, sin duda, el mejor que han firmado hasta la fecha.

96  YEASAYER. Fragrant World
  Tras hacerse muy grandes con su anterior trabajo "Odd blood"(2010), sobre todo gracias a la fuerza de los pelotazos "Ambling alp" y "O.N.E.", la banda liderada por Chris Keating continúa planeando sobre una extravagante electrónica con detalles tribales y marcianos. Y en esta ocasión consiguen un conjunto más regular que antaño pero, lamentablemente, les falta un poco de riesgo para que les consideremos en mayor estima, y algún hit de los de antes para conseguir cierta repercusión. Esta vez sus principales armas han sido "Longevity" y "Henrietta", pero ninguna de las dos canciones ha volado muy alto.

97  TANLINES. Mixed emotions
  Tras un par de singles y EPs y varios remixes, el dúo neoyorkino formado por Jesse Cohen y Eric Emm publicaba este año su primer largo en el que encontramos una (sorprendentemente madura) combinación de dream pop y jungle que se queda a medio camino entre el sonido de los suecos The tough alliance (las ensoñadoras tribalidades de "Abby" o "Real life") y (nuestros) Delorean ("All of me" tiene el rollo festivo-surfero de los de Zarauz). Muy buen disco de pop para asentar una carrera con solidez desde los cimientos.

98  CITIZENS!. Here we are
  Con una carta de presentación como el magnífico "True romance" (pelotazo que se extendió como la polvorá impulsado por el sello Kitsuné)no podíamos estar más impacientes en descubrir qué encondería el debut largo de esta joven banda inglesa. Y lo que nos encontramos es un puñado de canciones de buen electropop que funcionan de manera independiente pero que lamentablemente llegan un poco tarde. Unas veces nos recuerdan a The Killers ("Caroline", "Reptile", "Girlfriend") y otras nos hacen viajar a los 80 ("Love you more", "Let's go all the way"), pero casi siempre les falta pulir un poco más su sonido. Aún así, un buen disco.

99  CLOCK OPERA. Ways to Forget
  La banda del londinense Guy Connelly sitúa su ópera prima entre la electrónica y el rock sinfónico, en una especie de cruce entre los Colplay más arriegados y los Arcade fire más accesibles. Una apertuda colorista, "Once upon a time", es la entrada hacia un universo de claros y oscuros que se van combinando a lo largo de un disco cargado de intensidad y ambición de masas que si bien no llega a sorprender desvela un gran esfuerzo perfeccionista al que deberán sumar en próximas entregas un "algo" que les haga diferentes al resto. La materia prima prometedora y el talento han quedado bien plasmados.

100  LADYHAWKE. Anxiety
  La neozelandesa Philipa "Pip" Brown se tomó su tiempo para poner relevo a su aclamado debut homónimo de 2008 con el que se convirtió en la "moderna" de la temporada. El resultado es mucho menos impactante, quizás porque a pesar de los años que han pasado mantiene intacto su discurso (revival pop-rock ochentero con producción actual) y no añade nada nuevo. No faltan en este segundo asalto buenas canciones ("Sunday drive", "Black white and blue" o "Blue eyes" están muy bien rematadas), pero quedan lejos de hits de antaño como "Dusk till down" y "Paris is burning" e inciden más en su vertiente rockera en detrimento de la electrónica. Veremos si la escasa repercusión que ha sufrido este trabajo le hace replantearse el camino a seguir. Nosotros queremos que arriegue un poco más.