discos

1 RADIOHEAD. Kid A  

La fórmula que exprimieron Radiohead en los 90 había tocado techo con "Ok Computer", así que a Thom Yorke y sus chicos les quedaban dos opciones: hacer un disco continuista (que difícilmente estaría a la altura de su predecesor) o cambiar de fórmula. Evidentemente la opción apropiada era la segunda. Y se la jugaron de una manera valiente y arriesgadísima. Porque "Kid A" es un disco que no muchos aprobaron pero al que no se le pueden negar muchas virtudes ("Idioteque" es una de las mejores canciones de su carrera y las innovadoras "Everything in its right place" y "The national anthem" pusieron la base de lo que iban a ser Radiohead en el futuro). Además los fans  tenían motivos para seguir amando a los Radiohead de siempre ("Morning bell" o "Motion picture soundtrack"). Y en la vida hay que jugársela porque en ocasiones como en esta se gana.

2 PJ HARVEY. Stories from the city, stories from the sea

Probablemente "Stories from the city, stories from the sea" es el álbum más completo y a la vez más comercial que nunca ha hecho (ni hará) Polly Jean. Canciones absolutamente inmediatas e incendiarias como "Good fortune", "Is this love" o "Kamikaze" se complementan a la perfección con temas más sentidos como "A place called home", "The whores hustle and the hustlers whore" o "This mess we're in" (su dúo con Thom Yorke, que es además una de las canciones más emocionantes que se recuerdan).

3 MADONNA.  Music  

La enésima transformación de Madonna en 2000 le hizo meterse en la piel de una vaquera futurista. En el plano estético lo consiguió poniendo de moda los sombreros vaqueros y en lo musical ayudándose de la producción del francés Mirwais que consiguió dar forma y sentido a la mejor colección de canciones de la ambición rubia de la década. Y no sólo por "Music" (canción), que se ha convertido en uno de sus mayores clásicos, sino por otros muchos aciertos como la marciana "Impressive instant", la vaquera "Don't tell me", la ambiental "Paradise (not for me)" o las baladas con toque folk futurista "Gone", "Nobody's perfect" y "I deserve it".

4 BROADCAST. The noise made by people  

En este su segundo disco, la banda de Trish Keenan volvió a regalarnos una colección de canciones de pop electrónico con sonido entre retro futurista y de ciencia ficción, entre las que destacan "Come on let's go" (probablemente la mejor canción de su carrera) "Long was the year", "You can fall" o "Untill Then" en las que siempre están presentes las atmósferas inquietantes que tanto les caracterizan.

5 AUTOUR DE LUCIE. Faux mouvement  

"Faux mouvement" fue la obra cumbre de Autour de Lucie que no pudieron superar con su siguiente (y último) disco tras el que Valérie Leulliot decidió seguir (sin demasiada suerte) su carrera en solitario. Su principal baza fue "Je reviens", una de las mejores canciones llegadas de Francia esta década y que nos conmovió a todos como lo hacen los mejores temas de La buena vida. Pero no estaba sola porque en su línea sentimental le acompañaban sin bajar mucho el listón "Je suis un balancier", "Chanson De L'Arbre" o "La Contradiction" e incluso podiamos marcarnos unos bailecitos con la deliciosa "Le salon".

6 SAINT ETIENNE. Sound of water

Como habían avanzado en su ep "Places to visit" (1999) Saint Etienne someten su música en "Sound of water" a un baño de abstracciones electrónicas y post-rock  que le dan un tono general más melancólico y experimental y menos fresco aunque sin renunciar a su innata elegancia en temas como “Heart Failed”, “Just A Little Overcome” o la larguísima “How we Used To Live”, que en su parte central contiene uno de los escasos momentos bailables del disco (junto a “Don´t Back Down”).

7 BELLE AND SEBASTIAN. Fold your hands child, you walk like a peasant  

La banda escocesa liderada por Stuart Murdoch se enfrentaba con este su cuarto disco a mantener el tipo tras obtener el reconocimiento definitivo con "The boy with an arab strap" (que sirvió para darles un Brit en 1999). Sin embargo, y a pesar de unas críticas algo tibias, "Fold your hands child, you walk like a peasant" vuelve a ser un acierto que se abre con su gran joya (la intimista "I fought in a war") y contiene algunos cambios estilísticos, como la inclusión de una sección orgánica de cuerdas y una interpretación más coral de los temas (Sarah Martin, Isobel Campbell -que dejaría la banda tras este disco- y Stevie Jackson son las voces principales en varias canciones), que no impidieron que se convirtiera en uno de los discos favoritos de su cada vez más numerosa legión de fans.

8 YO LA TENGO. And then nothing turned itself inside out   

Yo la tengo son probablemente la banda más grande del indie de la costa este estadounidense y este "And then nothing turned itself inside out" su disco más comercial que cuenta con dos de los temas más conocidos de su carrera: "Let's Save Tony Orlando's House" (basado en un capítulo de Los Simpsons) y "You can have it all" (versión de un tema del mismo nombre de George McCrae) que fue uno de los grandes éxitos indies del 2000.

9 PRIMAL SCREAM. Xtrmntr 

Tras entregar una obra clave como "Screamadelica"(1991) la banda liderada por el ex-batería de The Jesus and Mery Chains, Bobby Gillespie, decidió arriesgarlo todo  pasándose al rock-clásico con "Give out but don't give up"(1994). La jugada no les salió bien y ya en su siguiente disco "Vanishing point"(1997) decidieron retomar un sonido más eléctrico en canciones como "Kowalski" para rematar con este "Xtrmntr" en el que vuelven a innovar y experimentar con la música electrónica entregando trallazos como "Swastica eyes", "Kill all hippies" o (la más pop) "Keep your dreams".

10 BJÖRK. Selma songs

Tras entregar tres obras maestras clave en la historia del pop ("Debut"(1993), "Post"(1995) y "Homogenic"(1997)) la islandesa de oro se metió en la piel de Selma para darle vida (en la película de Lars Von Trier "Dancer in the dark") y voz a través de las canciones que componen este disco y que eran los momentos de luz de su desgraciado personaje. El resultado, este paréntesis en su incansable búsqueda de la experimentación con momentos especialmente luminosos (su dúo con Thom Yorke "I've seen it all") que alumbran hasta al que no quiere ver.